-escrito por mi para que tu lo leas-
Yo no soy historiadora ni experta en el tema, soy una simple lectora intrigada por la vida de grandes hombres y apasionada con la obra de Marti, lo que escribo, y aunque ya lo he dicho antes lo repito, no debe considerarse un documento oficial de la vida de Jose Marti ni pretende acercarse a ser una obra de arte, yo no soy escritora pero me gusta compartir contigo lo que pienso y juntos urgar en el enigma de este unico y grandioso hombre de America.
Por una carta encontrada en la casa de su amigo Fermín Valdéz Domínguez,en la que calificaban de traidor aun condiscípulo es juzgado Marti en un consejo de guerra, tenia entonces solo 16 años, era un joven inquieto en busca de la verdad y de su identidad, y este hecho definitivamente termino por moldear lo que fue Marti. Fue condenado a 6 anos de cárcel, fue tratado como un criminal, inhumanamente viviendo y trabajando en las canteras de San Lazaro।
Después de muchas gestiones por parte de su familia es finalmente desterrado a España y allí ese mismo ano, entonces 1871, publica su primera obra en prosa describiendo a sangre viva lo que vivio en prision, denunciando las pesadillas que vivió junto con los otros presos y las horrendas imágenes que le quedaron grabadas para siempre.
No es una lectura agradable, no es para entretener ni para sonar, es una cruda descripción de lo terrible que puede ser el hombre cuando con poder y fuerza decide dominar a otro hombre.
Así empieza:
No es una lectura agradable, no es para entretener ni para sonar, es una cruda descripción de lo terrible que puede ser el hombre cuando con poder y fuerza decide dominar a otro hombre.
Así empieza:
“Dolor infinito debía ser el único nombre de estas páginas.
Dolor infinito, porque el dolor del presidio es el más rudo, el más devastador de los dolores, el que mata la inteligencia, y seca el alma, y deja en ella huellas que no se borrarán jamás.
Nace con un pedazo de hierro; arrastra consigo este mundo misterioso que agita cada corazón; crece nutrido de todas las penas sombrías, y rueda, al fin, aumentado con todas las lágrimas abrasadoras.
Dante no estuvo en presidio.
Si hubiera sentido desplomarse sobre su cerebro las bóvedas oscuras de aquel tormento de la vida, hubiera desistido de pintar su Infierno. Las hubiera copiado, y lo hubiera pintado mejor.....”
Fue pelado al rape, vestido con ropas deshechas y no escucho mas su nombre solo el numero por el que debía responder, el 113,al tobillo de su pierna derecha le fue atado un grillete, unido a una cadena que apretada a su cintura:
“...Volvió el día 5 severa, rodeó con una cadena mi pie, me vistió con ropa extraña, cortó mis cabellos y me alargó en la mano un corazón. Yo toqué mi pecho y lo hallé lleno; toqué mi cerebro y lo hallé firme; abrí mis ojos, y los sentí soberbios, y rechacé altivo aquella vida que me daban y que rebosaba en mí...”
Muestra su sensibilidad humana y su dolor por el dolor de otros y se espanta de lo injusto y despiadado del trato a esos hombres, seres humanos rebajados y humillados hasta pequeño átomo de sus cuerpos, desalojados de todo orgullo y sentido de hombre.
“....Los ojos atónitos lo ven; la razón escandalizada se espanta; pero la compasión se resiste a creer lo que habéis hecho, lo que hacéis aún.
O sois bárbaros, o no sabéis lo que hacéis.
Dejadme, dejadme pensar que no lo sabéis aún.
Dejadme, dejadme pensar que en esta tierra hay honra todavía, y que aún puede volver por ella esta España de acá tan injusta, tan indiferente, tan semejante ya a la España repelente y desbordada de más allá del mar....”
No puedo leerlo todo de un tirón, me duele su dolor, el dolor por “los que gimen”, por la patria enferma y podrida por el tirano:
“...Pero otros sufrían como yo, otros sufrían más que yo. Y yo no he venido aquí a cantar el poema íntimo de mis luchas y mis horas de Dios. Yo no soy aquí más que un grillo que no se rompe entre otros mil que no se han roto tampoco. Yo no soy aquí más que una gota de sangre caliente en un montón de sangre coagulada...
...Los tristes de la cantera vinieron al fin. Vinieron, dobladas las cabezas, harapientos los vestidos, húmedos los ojos, pálido y demacrado el semblante. No caminaban, se arrastraban; no hablaban, gemían. Parecía que no querían ver; lanzaban sólo sombrías cuanto tristes, débiles cuanto desconsoladoras miradas al azar. Dudé de ellos, dudé de mí. O yo soñaba, o ellos no vivían. Verdad eran, sin embargo, mi sueño y su vida; verdad que vinieron, y caminaron apoyándose en las paredes, y miraron con desencajados ojos, y cayeron en sus puestos, como caían los cuerpos muertos del Dante. Verdad que vinieron; y entre ellos, más inclinado, más macilento, más agostado que todos, un hombre que no tenía un solo cabello negro en la cabeza, cadavérica la faz, escondido el pecho, cubiertos de cal los pies, coronada de nieve la frente....”
Si se tratase de una obra de ficción podría leerse mas fácil admirando la narrativa y la aguda descripción pero conocer que era solo casi un niño de 16 anos el que vivía esto es atormentador.
Pero, también lo vivieron ancianos:
“...Aquel anciano de cabellos canos y ropas manchadas de sangre tenía 76 años, había sido condenado a diez años de presidio, y trabajaba, y se llamaba Nicolás del Castillo. ¡Oh, torpe memoria mía, que quiere aquí recordar sus bárbaros dolores! ¡Oh, verdad tan terrible que no me deja mentir ni exagerar! Los colores del infierno en la paleta de Caín no formarían un cuadro en que brillase tanto lujo de horror...”
“...Era verdad. Era un niño. Su estatura apenas pasaba del codo de un hombre regular. Sus ojos miraban entre espantados y curiosos aquella ropa rudísima con que le habían vestido, aquellos hierros extraños que habían ceñido a sus pies.
Mi alma volaba hacia su alma. Mis ojos estaban fijos en sus ojos. Mi vida hubiera dado por la suya. Y mi brazo estaba sujeto al tablero del taller; y su brazo movía, atemorizado por el palo, la bomba de los tanques.
Hasta allí, yo lo había comprendido todo, yo me lo había explicado todo, yo había llegado a explicarme el absurdo de mí mismo; pero ante aquel rostro inocente, y aquella figura delicada, y aquellos ojos serenísimos y puros, la razón se me extraviaba, yo no encontraba mi razón, y era que se me había ido despavorida a llorar a los pies de Dios. ¡Pobre razón mía! Y ¡cuántas veces la han hecho llorar así por los demás!
Las horas pasaban; la fatiga se se pintaba en aquel rostro; los pequeños brazos se movían pesadamente; la rosa suave de las mejillas desaparecía; la vida de los ojos se escapaba; la fuerza de los miembros debilísimos huía. Y mi pobre corazón lloraba....”
Y asi describe lo que sintió en aquel momento este joven al ver al niño en aquel infierno:
“...Si la indignación, si el dolor, si la pena angustiosa pudiesen hablar, yo hubiera hablado al niño sin ventura. Pero algo extraño, y todo hombre honrado sabe lo que era, sublevaba en mí la resignación y la tristeza, y atizaba el fuego de la venganza y de la ira; algo extraño ponía sobre mi corazón su mano de hierro, y secaba en mis párpados las lágrimas, y helaba las palabras en mis labios...
Doce años, doce años, zumbaba constantemente en mis oídos, y su madre y mi madre, y su debilidad y mi impotencia se amontonaban en mi pecho, y rugían, y andaban desbordados por mi cabeza, y ahogaban mi corazón.
Doce años tenía Lino Figueredo, y el Gobierno español lo condenaba a diez años de presidio....
.....Lino Figueredo había llegado ya allí; era presidiario ya; gemía uncido a sus pies el hierro; lucía el sombrero negro y el hábito fatal. Esto no bastaba todavía.
Era preciso que el niño de doce años fuera precipitado en las canteras, fuese azotado, fuese apaleado en ellas. Y lo fue. Las piedras rasgaron sus manos; el palo rasgó sus espaldas; la cal viva rasgó y y llagó sus pies.
Y esto fue un día। Y lo apalearon.
Y otro día. Y lo apalearon también.
Y muchos días.
Y el palo rompía las carnes de un niño de doce años en el presidio de La Habana, y la integridad nacional hacía vibrar aquí una cuerda mágica que siempre suena enérgica y poderosa......”
Doce años, doce años, zumbaba constantemente en mis oídos, y su madre y mi madre, y su debilidad y mi impotencia se amontonaban en mi pecho, y rugían, y andaban desbordados por mi cabeza, y ahogaban mi corazón.
Doce años tenía Lino Figueredo, y el Gobierno español lo condenaba a diez años de presidio....
.....Lino Figueredo había llegado ya allí; era presidiario ya; gemía uncido a sus pies el hierro; lucía el sombrero negro y el hábito fatal. Esto no bastaba todavía.
Era preciso que el niño de doce años fuera precipitado en las canteras, fuese azotado, fuese apaleado en ellas. Y lo fue. Las piedras rasgaron sus manos; el palo rasgó sus espaldas; la cal viva rasgó y y llagó sus pies.
Y esto fue un día। Y lo apalearon.
Y otro día. Y lo apalearon también.
Y muchos días.
Y el palo rompía las carnes de un niño de doce años en el presidio de La Habana, y la integridad nacional hacía vibrar aquí una cuerda mágica que siempre suena enérgica y poderosa......”
Ya por hoy no puedo mas, mañana les cuento............
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ReplyDeleteHola Graciela! es muy fuerte lo que contas sobre Marti.! Yo no conocia nada de su vida y a traves tuyo lo estoy haciendo ...Y debo ir de a poco , pues me conmueve demasiado, y estoy pasando momentos de tristezas varias ...
ReplyDeleteTe deje un post donde hablas de tus hijos, que tambien me llego mucho...
No soy muy ducha en esto de los blogs asi que por ahi me pierdo bastante, pero intento leer todo lo que puedo pues me parece muy interesante el tuyo, y el de iraida, que son donde me meti.
Por supuesto tambien segunda cita.
Veo que sos medica y me gustaria poder escribirte por mail, saber que especialidad tenes.
Yo tengo muy malas experiencias con los medicos en gral, ya que debido a mi secuela de polio se equivocaron mucho y me hicieron daño, quiza mas que la enfermedad en si. Pero tambien me encontre, con algunos seres humanos extraordinarios.
Mi dire de mail es adrimar321@yahoo.com.ar
Si tenes un ratito escribime.
besos desde argentina
adriana cantale
Gracias Graciela por el bello collar de palabras que me hiciste en segunda cita.
ReplyDeleteFui donde el poeta Amador Peña. Lo leeré. No, no lo conocía, esta ciudad es muchos países.
Felicidades, hoy es 26.
Gracias otra vez. Suerte donde estés.
Graciela...
ReplyDeleteTe he leido todos estos dias y apenas ahora puedo venir a abrazarte y a expresarte todo lo conmovida que me siento cuando leo a Martí... Siempre tuve que leerlo sola, lloré muchas veces con su dolor y me llené de indignación con sus letras cuando escribia desgarradoramente en ese infame cautiverio...
Gracias ! Gracias ! Gracias por leerme a Martí, por recordarme, por enseñarme...
Mi casa está quedando preciosa!
Mi casa es tambien tu casa!
Y tu, ya tienes un espacio en mi corazón...
Abrazos !
Ahhhhhhh..
ReplyDeleteTU FOTO !!
TU FOTO !!!
Hermosa... !!! Desborda amor !
Yo daría mi vida y todas las vidas que me quedan por abrazarlo...!!
Lo ví una vez de lejos... Un 30 de diciembre... En la plaza de la revolución... Nunca olvidaré esa energía que sentí, ese escalofrío, esa emoción...
Bienaventurada tu que eres Cubana de Fidel...
Y lo abrazas !!
gracias por sus palabras y por pasar por aqui, tienen la puerta abierta de mi casita y mi corazon, nos vemos, graciela
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