25 November 2010

JUAN CLEMENTE ZENEA


JUAN CLEMENTE ZENEA (1832 – 1871)

Nace en Bayamo, Provincia de Oriente y muere fusilado por el gobierno español en La Habana.
A la edad de catorce años comenzó a escribir y publicar poemas en La Prensa.
Por este tiempo, siendo él muy joven, comienzan amoríos con la actriz. bailarina y poetisa norteamericana Adah Menken, que llegó a la Habana en un viaje artístico. Esta actriz le enseñó inglés y francés.
A ella le dedicó uno de sus mejores poemas, forma de romance, titulado Fidelia. Muy pronto se afilió a dos organizaciones que querían la independencia de la Isla del imperio español y que buscaban una posible anexión a los Estados Unidos.
Estuvo en Nueva York varias veces. También en México. En ambos países escribió infatigablemente para un sinnúmero de periódicos y revistas.
Son muchas las obras literarias, aparte de innumerables artículos periodísticos y en revistas, que publicó en su relativamente corta vida. Antes de morir, tenía el proyecto de una novela en verso y leyendas que quedaron inconclusas. En cuanto a poesía, podemos destacar una Antología de versos de temas variados, pero siempre líricos, y su maravilloso librito titulado Diario de un mártir, publicado póstumamente, en 1874, en donde, haciendo uso de un lirismo exquisito y tierno, presagia su infausta muerte.



IV

Cesaron, ¡oh mi Dios!, las alegrías
del amor terrenal con sus anhelos.
Y ya empezaron a correr los días
del santo amor que seguirá en los cielos.

Conmigo seguirá, si por los vagos
espacios de la tumba, en paz y calma
navega el hombre en bonancibles lagos,
y un viaje inmortal emprende el alma.

Y ¡oh! nunca borre caprichosa suerte
la imagen ¡ay! que tu memoria encierra;
para amarte en el seno de la muerte
como tú me amarás desde la tierra.

Pero si quieres despertar mis celos,
y ni en tu mente alguna vez me nombras,
en la homérica selva de asfodelos
irá mi sombra a atormentar las sombras.

Mas no me olvidarás -que no se olvida
una como la nuestra, larga historia;
¡y al decirnos adiós en esta vida
nos dijimos adiós hasta la gloria

13 November 2010

cartas de José Martí a su hermana Amelia.

A su hermana Amelia
Cartas de José Martí

[Nueva York, 1880]

Tengo delante de mí, mi hermosa Amelia, como una joya rara, y de luz blanda y pura tu cariñosa carta. Ahí está tu alma serena, sin mancha, sin locas impaciencias. Ahí está tu espíritu tierno, que rebosa de tí como la esencia de las primeras flores de Mayo. Por eso quiero yo que te guardes de vientos violentos y traidores, y te escondas en tí a verlos pasar: que como las aves de rapiña por los aires, andan los vientos por la tierra en busca de la esencia de las flores. Toda la felicidad de la vida, Amelia, está en no confundir el ansia de amor que se siente a tus años con ese amor soberano, hondo y dominador que no florece en el alma sino después del largo examen, detenidísimo conocimiento, y fiel y prolongada compañía de la criatura en quien el amor ha de ponerse. Hay en nuestra tierra una desastrosa costumbre de confundir la simpatía amorosa con el cariño decisivo e incambiable que lleva a un matrimonio que no se rompe, ni en las tierras donde esto se puede, sino rompiendo el corazón de los amantes desunidos. Y en vez de ponerse el hombre y la mujer que se sienten acercados por una simpatía agradable, nacida a veces de la prisa que tiene el alma en flor por darse al viento, y no de que otro nos inspire amor, sino del deseo que tenemos nosotros de sentirlo; -en vez de ponerse doncel y doncella como a prueba, confesándose su mutua simpatía y distinguiéndola del amor que ha de ser cosa distinta, y viene luego, y a veces no nace, ni tiene ocasión de nacer, sino después del matrimonio, se obligan las dos criaturas desconocidas a un afecto que no puede haber brotado sino de conocerse íntimamente. -Empiezan las relaciones de amor en nuestra tierra por donde debieran terminar. -Una mujer de alma severa e inteligencia justa debe distinguir entre el placer íntimo y vivo, que semeja el amor sin serlo, sentido al ver a un hombre que es en apariencia digno de ser estimado, -y ese otro amor definitivo y grandioso, que, como es el apegamiento inefable de un espíritu a otro, no puede nacer sino de la seguridad de que el espíritu al que el nuestro se une tiene derecho, por su fidelidad, por su hermosura, por su delicadeza, a esta consagración tierna y valerosa que ha de durar toda la vida. -Ve que yo soy un excelente médico de almas, y te juro, por la cabecita de mí hijo, que eso que te digo es un código de ventura, y que quien olvide mí código no será venturoso. He visto mucho en lo hondo de los demás; y mucho en lo hondo de mí mismo. Aprovecha mis lecciones. No creas, mí hermosa Amelia, en que los cariños que se pintan en las novelas vulgares, y apenas hay novela que no lo sea, por escritores que escriben novelas porque no son capaces de escribir cosas más altas -copian realmente la vida, ni son ley de ella. Una mujer joven que ve escrito que el amor de todas las heroínas de sus libros, o el de sus amigas que los han leído como ella empieza a modo de relámpago, con un poder devastador y eléctrico -supone, cuando siente la primera dulce simpatía amorosa, que le tocó su vez en el juego humano, y que su afecto ha de tener las mismas formas, rapidez e intensidad de esos afectillos de librejos, escritos -créemelo Amelia- por gentes incapaces de poner remedio a las tremendas amarguras que origina su modo convencional e irreflexivo de describir pasiones que no existen, o existen de una manera diferente de aquella con que las describen. ¿Tú ves un árbol? ¿Tú ves cuanto tarda en colgar la naranja dorada, o la granada roja, de la rama gruesa? Pues, ahondando en la vida, se ve que todo sigue el mismo proceso. El amor, como el árbol, ha de pasar de semilla, a arbolillo, a flor, y a fruto. -Cuéntame Amelia mía, cuanto pase en tu alma. Y dime de todos los lobos que pasen a tu puerta; y de todos los vientos que anden en busca de perfume. Y ayúdate de mí para ser venturosa, que yo no puedo ser feliz, pero sé la manera de hacer feliz a los otros.

No creas que aquí acabo mi carta. Es que hacía tiempo que quería decirte eso, y he empezado por decírtelo -De mí, te hablaré otro jueves. En éste sólo he de decirte que ando como piloto de mí mismo, haciendo frente a todos los vientos de la vida, y sacando a flote un noble y hermoso barco, tan trabajado ya de viajar, que va haciendo agua. -A papá que te explique esto que él es un valeroso marino. Tú no sabes, Amelia mía, toda la veneración y respeto tiernísimo que merece nuestro padre. Allí donde lo ves, lleno de vejeces y caprichos, es un hombre de una virtud extraordinaria. Ahora que vivo, ahora sé todo el valor de su energía y todos los raros y excelsos méritos de su naturaleza pura y franca. Piensa en lo que te digo. No se paren en detalles, hechos para ojos pequeños. Ese anciano es una magnífica figura. Endúlcenle la vida. Sonrían de sus vejeces. El nunca ha sido viejo para amar.

Ahora, adiós de veras.

Escríbeme sin tasa y sin estudio, que yo no soy tu censor, ni tu examinador, sino tu hermano. Un pliego de letra desordenada y renglones mal hechos, donde yo sienta palpitar tu corazón y te oiga hablar sin reparos ni miedos -me parecerá más bella que una carta esmerada, escrita con el temor de parecerme mal. -Ve: el cariño es la más correcta y elocuente de todas las gramáticas. Dí ¡ternura! y ya eres una mujer elocuentísima.

Nadie te ha dado nunca mejor abrazo que éste que te mando.
¡Que no tarde el tuyo!

Tu hermano

J. Martí

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New York, Febrero 28 [1883]
Mi muy querida Amelia:

Tú no me lo querrás creer, por estos odios míos, siempre crecientes, a poner en el papel las cosas íntimas del alma; pero el día en que supe tus bodas, como te creí dichosa, me sentí de fiesta. Hice visitas, cante un poco, y hable algo más (que) de ordinario. -Porque me estoy volviendo silencioso. -Tu marido me parece noble persona, y me inspira confianza. -Y tú tienes tantas y tan sólidas virtudes, y has salido de tal escuela de abnegación, y recibiste de la naturaleza tales prendas de calor de corazón y de bondad que, de seguro, cualesquiera que sean tus dolores naturales, serás dichosa. Hacerte sufrir, sería como estrujar con manos brutales un lirio. ¿Serás dichosa? -Porque para serlo es sólo necesario -aun en medio de los tormentas más recias de la fortuna- sentirse amado, encalorado, acompañado, bien cuidado, bien envuelto por alguien. -Pero este bien no se tiene sino ocasionando otro semejante. Nadie se dará jamás -sino a quien se dé a el. -E irresistiblemente, cuando una criatura se siente con la dulce dueñez de otra, se vuelve a ella, como cordero a su madre, cuando llueve o nieva, y se refugia en ella. Tú eres abierta, sincera, caliente de corazón, caritativa, pura, generosa. Quien no lo es, -es odioso, cualesquiera que sean sus galas de inteligencia o de hermosura. -Y si la falta de todas esas buenas cualidades es lamentable en el hombre, -en la mujer, que creemos urna y hogar natural de ellas, es abominable. -Pero así como el alma se aparta con disgusto de los de corazón frío, y mente calculadora y reservada, así se entrega con júbilo y sin rebozo a los de espíritu sencillo y ardiente, mano acariciadora, y pensamiento abierto. Es ley natural infalible que los que esto dan, -esto tengan; -y que los que esto no dan, no tengan esto, Se que tu marido te estima, y que tú eres como la luz del sol, que mientras más se la goza, se la gusta más. Pero esas dotes de alma en que tú abundas pueden tanto, que aunque te tuviera algún día en menos de lo que tú vales, volvería a ti de nuevo, afligido de lo que hubiese visto, y más enamorado despues de la experiencia del contraste, de tu alma luminosa y serena. -No puedo hacerte en mis grandes pobrezas, regalo mejor que esta profecía en tu mes de boda. De mamá he de hablarte ahora. -Meses hace que tengo ya pensado, y dicho, lo que intento hacer. Papá vendrá a mi lado, como imagino que el lo desea, apenas cedan los fríos, que será para marzo, o para fines de abril.


Anoche puse fin a la traducción de un libro de lógica, que me ha aparecido -a pesar de tener yo por maravillosamente inútiles tantas reglas pueriles- preciosísimo libro, puesto que con el producto de su traducción puedo traer a mi padre a mi lado. Papá es, sencillamente, un hombre admirable. Fue honrado, cuando ya nadie lo es. Y ha llevado la honradez en la médula, como lleva el perfume una flor, y la dureza una roca. Ha sido más que honrado: ha sido casto. -Sangre invisible, me ha caído dentro del alma a torrentes. -En mí hay una especie de asesinado, y no diré yo quien sea el asesino. Pero nada me ha hecho verter tanta sangre como las imágenes dolientes de mis padres y mi casa. -Ahora, ya engrueso. Vds. reposan. Nadie más que yo trabaja. Papá puede venir a descansar. Me aflige sólo que mamá tenga que vivir en casa extraña. Desde el mes de abril recibirá, mes por mes, veinte o veinticinco pesos oro. Este, no le puedo mandar más que diez, que acaso vayan, sino hallo otro modo más seguro, dentro de esta misma carta, en un billete americano, que tu buen José me hará el favor de cambiar para mamá. Dos razones hay que me impiden pensar, -como de otro modo hubiera sin vacilación resuelto, -que mamá y Antonia viniesen también a mi lado. La más importante es -que traer acá a Antonia, que es ahora rosal en flor, sería como encarcelarla en un castillo de nieve. Y mamá, a poco, suspiraría con razón por volver a la tierra donde están sus hijas y sus amigas, y cuanto halaga y mantiene vivo al corazón, que aquí sólo de fuerza heroica si es mozo, o de haber resuelto ya, por matrimonio o por haber vivido bastante, los problemas de la existencia, -queda vivo.

Ya no tengo un momento. Si he de escribir una línea a Carmen, no puedo contestar hoy a José. Esta carta es ya para él y el sábado le escribiré la suya.

Tú me pides muchas cartas, tú -feliz -escribeme sin cesar, y oblígame a ellas. Y no me mires como a hermano alejado, sino como a parte de tu mismo cuerpo.

J. Martí

12 November 2010

El Mar, Pablo Neruda

NECESITO del mar porque me enseña:
no sé si aprendo música o conciencia:
no sé si es ola sola o ser profundo
o sólo ronca voz o deslumbran te
suposición de peces y navios.
El hecho es que hasta cuando estoy dormido
de algún modo magnético circulo
en la universidad del oleaje.
No son sólo las conchas trituradas
como si algún planeta tembloroso
participara paulatina muerte,
no, del fragmento reconstruyo el día,
de una racha de sal la estalactita
y de una cucharada el dios inmenso.
Lo que antes me enseñó lo guardo! Es aire,
incesante viento, agua y arena.
Parece poco para el hombre joven
que aquí llegó a vivir con sus incendios,
y sin embargo el pulso que subía
y bajaba a su abismo,
el frío del azul que crepitaba,
el desmoronamiento de la estrella,
el tierno desplegarse de la ola
despilfarrando nieve con la espuma,
el poder quieto, allí, determinado
como un trono de piedra en lo profundo,
substituyó el recinto en que crecían
tristeza terca, amontonando olvido,
y cambió bruscamente mi existencia:
di mi adhesión al puro movimiento.

07 November 2010

Desacralizar la poesía, Por Pavel López


Exponente de una literatura donde se mezclan en igualdad de condiciones lo culto y lo profano, Luis Rogelio Nogueras (1944-1985) se inscribe entre los clásicos de las letras cubanas por su inédita capacidad para otorgar a lo cotidiano, sin adornos, el rango de la poesía.

Mucho se ha hablado de esta figura, que algunos apodaban Wichy”, otros simplemente “El Rojo”, escritor incansable, capaz de unir con premeditada imprudencia rigor artístico y humor, exigencia y espontaneidad, a la hora de transitar por la difícil senda de la creación.

Defensor a ultranza del conversacionalismo, corriente empeñada en la búsqueda de la sencillez y la comunicación directa con el público, a través de una significativa economía de recursos, Nogueras despojó a sus textos de la ampulosidad y la retórica precedentes, sin renunciar por ello a la excelencia.

No en balde una de sus huellas más notables constituye la del también cubano José Zacarías Tallet (1893-1989), de quien escribirá en algún poema:

Desnudó a “la ninfa de rosada ala”
y la obligó a bailar borracha
en una fiesta de negros.
Desplumó a los cisnes y los
asó en púas.
No suspiró por princesas sino las poseyó.

No obstante, según palabras de Guillermo Rodríguez Rivera, uno de sus compañeros de generación, la lírica del Wichy superará con creces los presupuestos de esta vertiente e incorporará algunos signos del posmodernismo literario.

En efecto, desde su inicial “Cabeza de zanahoria” (1967), Premio David de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, hasta “La forma de las cosas que vendrán”, volumen inconcluso debido a su prematura muerte con solo 40 años, “El Rojo” conformó una obra que devino perverso juego con el lenguaje, ejercicio crítico de la literatura desde la literatura, sin perder ni un instante la aguda ironía e imaginación cultivadas durante toda su vida.

Repasemos para comprobarlo aquellos versos titulados “Le digo a mi hijo”, donde acomete, a manera de epitafio, un falseamiento de las fuentes y los referentes de su historia, burlándose de personajes de existencia improbable como aquel:
“Walaz Telémaco: 51 años
Escultor laureado con la orden Oaszith
de primer grado.
Murió aplastado por una roca
cuando trabajaba en su monumento a
Brancusi”

Este es el Wichy en estado puro, como también es Nogueras el autor de textos que toman partido con acontecimientos concretos de la historia, entre ellos la guerra de Vietnam. Así lo demuestra en el poema “El bombardeo a una aldea”:

“El pueblo estaba junto al río.
Y después ya no quedó río, ni pueblo, ni nada...
Sólo unas manchas en la tierra
Como de cal, pero azules”.

Imágenes como esta ratifican a un bardo comprometido con su tiempo.
Y no podía ser de otra manera, si tenemos en cuenta que proviene de aquel grupo de intelectuales reunidos desde 1966 en torno a la publicación El Caimán Barbudo, estandarte de una inédita concepción acerca del papel de la cultura en la nueva sociedad.

Enemigos de la mediocridad y el dogmatismo “los del Caimán” pronto serían víctimas de la incomprensión, dada la absoluta verticalidad de sus planteamientos, recogidos en su texto fundacional Nos pronunciamos:

“Rechazamos la mala poesía que trata de justificarse con denotaciones revolucionarias repetidora de fórmulas pobres y gastadas”.

Los años, sin embargo, sacaron a la luz el altísimo rango de aquellos radicales, que defendieron en su momento una poesía en la cual tuviesen cabida, en iguales dosis, las palabras “corazón y carajo”.

Acerquémonos pues al Wichy, a través de su extensa producción lírica recogida en libros como “Imitación de la vida” (Premio Casa de las Américas en 1981), “Las quince mil vidas del caminante” o “El último caso del inspector”.

Como prueba de su multifacética labor quedarán, además, sus incursiones en la novela de espionaje (“Y si muero mañana”), y sus guiones para cine, que devinieron películas de rotundo éxito.

Para recordarlo, basten las palabras de su colega y amigo Víctor Casaus, quien en cierta ocasión lo definió como: “Un poeta pelirrojo y carismático, que llenaba de simpatía las tertulias, y de promesas a sus hipotéticas o futuras amantes”.

04 November 2010

Veronika decide morir, Paulo Coelho


"Ciertas personas, en el afán de querer
construir un mundo donde ninguna amenaza
externa pueda penetrar, aumentan
exageradamente sus defensas contra el
exterior y dejan su interior desguarnecido."


Acerca de Veronika decide morir:

Veronika es una joven que tiene los mismos sueños y deseos que cualquier persona de su edad. Es guapa, cuenta con un buen trabajo y no le faltan pretendientes. Su vida transcurre sin mayores sobresaltos, sin grandes alegrías ni grandes tristezas. Pero Veronika no es feliz. Por eso, la mañana del 11 de noviembre de 1997, Veronika decide morir. Sueños y fantasías. Deseo y muerte. Locura y pasión. Veronika, en su camino hacia la muerte, descubre que cada segundo de la existencia es una opción que tomamos entre la alternativa de seguir adelante o de abandonar.
"El verdadero amor cambia con el tiempo y crece y descubre nuevas maneras de expresarse."

Con todo lo que tiene en la via Veronika deberia sentirse contenta y muy feliz, sin embargo Veronika no es feliz y decide acabar con su vida. ¿El motivo? Ella no quiere vivir esta rutinaria vida los próximos treinta o cuarenta años, una vida, argumenta, sin ningún tipo de aliciente, en la que todos sus actos están perfectamente estructurados. Por eso decide morir.
"Nadie puede juzgar, sólo uno sabe la dimensión de su propio sufrimiento o de la ausencia total de sentido de su vida."

Sin embargo, empezará a encontrarse a sí misma entre las frías paredes de un centro psiquiátrico y a replantearse de nuevo su vida, y a buscar a “otras veronikas” que ella desconocía que pudieran existir. Lo demás leanlo ustedes mismos, para que sea mas interesante.

Pero en pocas palabras Paulo Coehlo nos ofrece en este libro un canto a la vida, en el que nos sentiremos identificados con algunas de las reflexiones de los personajes, unos a gusto con no saber nada del mundo más allá del psiquiátrico, y otros dispuestos a arriesgarse a vivir la vida, con las alegrías y penas que ello conlleva.

Una obra cautivadora y bella, para pensar y disfrutar.

03 November 2010

Paulo Coelho



Paulo Coelho es el escritor en lengua portuguesa más leído de todos los tiempos y de su obra, que consta de dieciséis novelas, se ha vendido más de cien millones de copias y ha recibido premios en países como Reino Unido, Italia, Alemania, Ucrania, Yugoslavia o Estados Unidos.
Coelho lleva a cabo una intensa labor social ya que es mensajero de la Paz de la ONU, fundador del Foro de Davos, embajador de la Unión Europea para el diálogo intercultural en 2008 y miembro del Instituto Simón Peres para la paz.
Más de 65 millones de personas, en 150 países y en 63 lenguas distintas, se han visto enganchadas por "El Alquimista", convertido en uno de los libros más leídos de la historia.
En total, se han vendido 35 millones de copias de un libro que relata las aventuras de Santiago, un pastor andaluz que un día abandona su rebaño para perseguir una quimera.
El camino que recorre el protagonista se convierte en una simbología de la vida del ser humano.



OBRAS:
"A orillas del río Piedra, me senté y lloré"
Tras once años, una mujer se reencuentra con su amado. La última vez que se vieron eran todavía adolescentes. Hoy, la vida les ha llevado por caminos muy distintos: ella vive en Zaragoza, prepara oposiciones y ha aprendido a dominar sus sentimientos. Él ha viajado por todo el mundo, posee el don de la curación y ha encontrado en la religión un refugio para huir de sus conflictos interiores. Pero en el reencuentro, a ambos les unirá un único deseo: el de cumplir sus sueños. A orillas del río Piedra me senté y lloré es una novela sobre el amor y la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo.

"Brida"
Brida es una novela basada en una historia real de cautivadora belleza, la de la joven irlandesa Brida O’ Fern. A la edad de veintiún años, Brida conoce a un mago al que le pide que le ayude a convertirse en bruja. Para ello, la muchacha deberá superar una serie de obstáculos que harán que cambie su concepción de la vida y descubrirá, junto al lector, que el amor es el único medio de alcanzar el mundo espiritual y que nos transfigura, porque cuando amamos queremos ser mejores de lo que somos.

"El Alquimista"
Cuando una persona desea realmente algo, el Universo entero conspira para que pueda realizar su sueño. Basta con aprender a escuchar los dictados del corazón y a descifrar el lenguaje que está más allá de las palabras. El Alquimista relata las aventuras de Santiago, un joven pastor andaluz que un día abandona su rebaño para ir en pos de una quimera. Un enriquecedor viaje por las arenas del desierto que recrea un símbolo hermoso y revelador de la vida, el hombre y sus sueños. Considerado ya un clásico de nuestros días, El Alquimista ha supuesto la consagración literaria de Paulo Coelho.

"El Demonio y la señorita Prym"
Una comunidad dividida por la codicia, la cobardía y el miedo. Un hombre perseguido por el fantasma de un pasado doloroso. Una joven en busca de la felicidad. Siete días, un breve período de tiempo durante el cual el Bien y el Mal librarán una batalla decisiva, y cada personaje decidirá a cuál de los dos bandos pertenece. Una pequeña aldea perdida en el tiempo y el espacio será el marco de esa inquietante lucha. Con la llegada de un extranjero, el pueblo se convierte en cómplice de una trama perversa que marcará para siempre la historia de sus habitantes. El Demonio y la señorita Prym es una novela cargada de tensión que plantea una pregunta fundamental sobre la esencia del ser humano. La pequeña localidad de Viscos, perdida en el tiempo y el espacio, será el marco de esa inquietante lucha. Con la llegada de un extranjero, la ciudad se convierte en cómplice de una trama perversa que marcará para siempre la historia de sus escasos habitantes. El extranjero ha viajado desde muy lejos y necesita encontrar la respuesta a una pregunta que le atormenta: en su esencia, ¿el ser humano es bueno o malo? El Demonio y la señorita Prym es un texto emocionante, una novela cargada de tensión que plantea una pregunta esencial sobre la que todos nosotros nos hemos parado a reflexionar alguna vez.

"El Peregrino de Compostela (Diario de un mago)"
Este apasionante relato narra las peripecias del peregrinaje de Paulo Coelho por el Camino de Santiago. En compañía de su guía espiritual, el misterioso y enigmático Petrus, Paulo se enfrenta a una serie de pruebas y ejercicios, conoce a figuras que ponen en apuros su determinación y su fe, y sortea peligros insidiosos y tentaciones amenazadoras. El Camino, que Paulo Coelho recorrió en 1986, consigue inspirar una novela de aventuras que es, al mismo tiempo, una fascinante parábola sobre la necesidad de encontrar nuestro camino en la vida. El Peregrino de Compostela (Diario de un mago) es la primera novela de Paulo Coelho y un título fundamental para adentrarse en su obra.

"La Quinta Montaña"
La Quinta Montaña cuenta la historia del profeta Elías, un hombre que recibe de Dios la orden de abandonar Israel. En un mundo regido por supersticiones, conflictos religiosos y tradiciones profundamente arraigadas, el joven profeta deberá enfrentarse a una avalancha de acontecimientos que le conducirán a un definitivo cara a cara con Dios. La historia del profeta Elías se convierte así en una valiosa lección de esperanza para el hombre contemporáneo, y nos plantea hasta qué punto podemos determinar nuestro destino.

"Maktub"
Durante varios años Paulo Coelho ha colaborado con el periódico brasileño Folha de S.Paulo escribiendo una columna diaria. Maktub surge como fruto de esta colaboración, ya que se trata de una selección que el autor ha hecho de los artículos que realizó para esta publicación entre junio de 1993 y junio de 1994. En palabras del propio Paulo Coelho, «Maktub no es un libro de consejos, sino un intercambio de experiencias», una excelente ocasión para reflexionar y para reencontrarse con uno mismo.

"Manual del guerrero de la luz"
Si bien somos capaces de contemplar sin espanto viajes interplanetarios y clonaciones de seres vivos, tal vez nos falte, en cambio, el valor suficiente para sumergirnos en lo más íntimo de nuestro ser. Los textos que se reúnen en este libro nos recuerdan que en cada uno de nosotros vive un guerrero de la luz, alguien capaz de escuchar el silencio de su corazón, de aceptar las derrotas sin dejarse abatir por ellas y de alimentar la esperanza en medio del cansancio y el desaliento.

"Once minutos"
Maria es de un pueblo al norte de Brasil. Todavía adolescente, viaja a Río de Janeiro, dónde conoce a un empresario que le ofrece un buen trabajo en Ginebra. Allí, Maria sueña con encontrar fama y fortuna pero acabará ejerciendo la prostitución. El aprendizaje que extraerá de sus duras experiencias modificará para siempre su actitud ante sí misma y ante la vida. Once minutos es una novela que explora la naturaleza del sexo y del amor, la intensa y difícil relación entre cuerpo y alma, y cómo alcanzar la perfecta unión entre ambas. Once minutos ofrece al lector una experiencia inigualable de lectura y reflexión.

"Veronika decide morir"
Veronika es una joven completamente normal. Es guapa, no le faltan pretendientes y tiene un buen trabajo. Su vida transcurre sin mayores sobresaltos, sin grandes alegrías ni grandes tristezas. Pero no es feliz. Por eso, una mañana de noviembre, Veronika decide acabar con su vida. Sueños y fantasías. Deseo y muerte. Locura y pasión. En su camino hacia la muerte, Veronika experimenta placeres nuevos y halla un nuevo sentido a la vida, un sentido que le había permanecido oculto hasta ahora, cuando tal vez ya sea demasiado tarde para echarse atrás. Veronika decide morir plantea que cada segundo de nuestra existencia optamos entre la alternativa de seguir adelante o de abandonar.

02 November 2010

A orillas del río Piedra me senté y lloré, Paulo Coelho


"A orillas del río Piedra me senté y lloré. Cuenta una leyenda que todo lo que cae en las aguas de este río —las hojas, los insectos, las plumas de las aves se transforma en las piedras de su lecho. Ah, si pudiera arrancarme el corazón del pecho y tirarlo a la corriente; así no habría más dolor, ni nostalgia, ni recuerdos."

En toda historia de amor siempre hay algo que nos acerca a la eternidad y a la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo.
Pero ¿qué ocurre cuando la timidez sacrifica un amor adolescente? ¿Y qué sucede cuando, al cabo de los años, el destino hace que una mujer reencuentre a su amado? A ella, la vida le ha enseñado a ser fuerte y a dominar sus sentimientos. A él, que posee el don de la curación, la religión le ha servido como refugio de sus conflictos interiores. Pero a ambos les une un solo deseo: el de cumplir sus sueños. 


El camino que habrán de recorrer es escabroso, y el sentimiento de culpa un obstáculo casi insalvable. Pero será a orillas del río Piedra, en un pueblecito del Pirineo, donde ambos descubrirán su propia verdad.

"Esperar duele. Olvidar duele. Pero el peor de los sufrimientos es no saber qué decisión tomar."


A orillas del río Piedra me senté y lloré es una novela fascinante y tierna que, con una prosa poética y transparente, nos sumerge de lleno en los misterios últimos de la vida y el amor. Como dijo Kenzaburo Oe (premio Nobel de Literatura 1994), Paulo Coelho conoce los secretos de la alquimia literaria.

"A orillas del río Piedra me senté y lloré. El frío del invierno me hacía sentir las lágrimas en el rostro, que se mezclaban con las aguas heladas que pasaban por delante de mí. En algún lugar ese río se junta con otro, después con otro, hasta que lejos de mis ojos y de mi corazón todas esas aguas se confunden con el mar."

Tras once años, una mujer se reencuentra con su amado. La última vez que se vieron eran todavía adolescentes. Hoy, la vida los ha llevado por caminos muy distintos: ella vive en Zaragoza, prepara oposiciones y ha aprendido a dominar sus sentimientos. Él ha viajado por todo el mundo, posee el don de la curación y ha encontrado en la religión un refugio para huir de sus conflictos interiores. 
Pero en el reencuentro, a ambos los unirá un único deseo: el de cumplir sus sueños.A orillas del río Piedra me senté y lloré es una novela sobre el amor y la esencia de la vida, porque las historias de amor encierran en sí todos los secretos del mundo.


"Que mis lágrimas corran así bien lejos, para que mi amor nunca sepa que un día lloré por él. Que mis lágrimas corran bien lejos, así olvidaré el río Piedra, el monasterio, la iglesia en los Pirineos, la bruma, los caminos que re-corrimos juntos.
Olvidaré los caminos, las montañas y los campos de mis sueños, sueños que eran míos y que yo no conocía."



El motivo principal de la obra es la búsqueda del amor, de la felicidad, de la identidad personal. Este tema se desarrolla durante todo el relato, cuando Pilar parte en este viaje, sin siquiera saber que cambiaría totalmente su vida. 
Ahí, sin darse cuenta, el seminarista, amigo de la infancia, le enseña y la hace darse cuenta de que está viviendo como una persona que no es realmente ella. Se encuentra atada por sus propias cadenas, y se auto convence de que cualquier riesgo es malo e innecesario cuando se trata de su vida y cuando su futuro está en juego. 
Gracias a la ayuda de su gran amigo y amor, Pilar descubre en ella esas ataduras, y de inmediato lucha por desatarlas, por liberarse y por seguir sólo sus instintos, por no "pre"ocuparse demás, por quizá no planear tanto las cosas, y a la vez de vivir y disfrutar el presente, que es lo que realmente vale la pena. 
La protagonista y el co-protagonista viven una serie de episodios que ayudan a definir sus vidas, y a darse cuenta de que sus caminos están juntos.

"Me acuerdo de mi instante mágico, de aquel momento en el que un «sí» o un «no» puede cambiar toda nuestra existencia. Parece que no sucedió hace tanto tiempo y, sin embargo, hace apenas una semana que reencontré a mi amado y lo perdí.
A orillas del río Piedra escribí esta historia. Las manos se me helaban, las piernas se me entumecían a causa del frío y de la postura, y tenía que descansar continuamente."


En la novela, ambos protagonistas, cuando deciden construir juntos sus caminos, se entregan el uno al otro, renuncian a cosas muy preciadas para ambos y se encaminan por un sendero incógnito, donde se arriesgarán a mantener ese amor mutuo por toda la vida, a llegar muy lejos y a, simplemente, ser felices. Pilar deja a la Otra, pero ésta siempre seguirá rondándola y buscando el momento preciso para volver, por lo que debe ser muy fuerte y soñadora para poder seguir adelante. 
Por su parte, el seminarista renuncia a su don, el de la curación de enfermos, pero por un error, debido a que estaba confundido y no sabía si dirigir su amor a Dios directamente a Él o por medio de Pilar. Juntos descubren una opción, que es definitivamente la mejor, se entregan mutuamente y comienzan a recorrer este inconcluso camino.

".....Yo también lo cogí por los cabellos, lo abracé con toda mi fuerza, le mordí los labios, sentí que su lengua se movía dentro de mi boca. Era un beso que había esperado mucho, que había nacido junto a los ríos de nuestra infancia, cuando todavía no comprendíamos el significado del amor. Un beso que quedó suspendido en el aire cuando crecimos, que viajó por el mundo a través del recuerdo de una medalla, que quedó escondido detrás de pilas de libros de estudios para un empleo público. Un beso que se había perdido tantas veces y que ahora había sido encontrado. En aquel minuto de beso estaban años de búsquedas, de desilusiones, de sueños imposibles.
Lo besé con fuerza. Las pocas personas que había en aquel bar debieron de mirarnos y pensar que aquello no era más que un beso. No sabían que en ese minuto de beso estaba el resumen de mi vida, de su vida, de la vida de cualquier persona que espera, sueña y busca su camino bajo el sol.
En aquel minuto de beso estaban todos los momentos de alegría que habia vivido...."

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JOSE MARTI:

"A servir modestamente a los hombres me preparo; a andar, con el libro al hombro, por los caminos de la vida nueva; a auxiliar, como soldado humilde, todo brioso y honrado propósito: y a morir de la mano de la libertad, pobre y fieramente."

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