No, no quiero un manto de pétalos de rosas,
ni suave brisa acariciándome
tampoco suave trinar de pájaros.
Ni quiero mar sin oleajeni noche azul estrellada.
Quiero la textura de tus manos acariciando mi piel
en sábanas azules, océano revuelto de satín.
Quiero la dulzura de tus besos
desprendidos de filosos marfiles hundidos en mi carne.
Quiero el rugir de la bestia en cada espasmo
cabalgando en tu grupa.
Quiero la embestida de la ola descontrolada
contra el acantilado.
Quiero el volcán encendido de mi sexo
escupiendo su lava ígnea.
Azótame con tu respiro,
amordázame de caricias,
venda mis ojos con tus besos,
atarte a mi poste firme y erecto.
Te quiero sin piedad…
sin redención…envuelta en pecado,
piérdeme en la oscuridad profunda
de la noche sin luna ni estrellas.
Tu y yo en pleno eclipse,
condenados al cielo o al infierno
brutalmente salvaje te quiero,
posesos de esta lujuria demencial gobernándonos.
¡Haz de mí, incontrolable tsunami arrasándote....
DE REBELDE