21 February 2011

No habrá cable, sino 16 satélites en órbita. , Greg Wyler 2


Google y el banco HSBC apoyan un proyecto que dará acceso de banda ancha a zonas de Asia, África, América Latina y Oriente Medio hasta ahora sin conexión. En total, 3.000 millones de personas.

Dotar a 3.000 millones de personas de acceso a Internet de alta velocidad y a un precio asequible. Ése es el objetivo de O3b Networks, una compañía creada por el empresario de telecomunicaciones Greg Wyler, y que ya ha sumado para el proyecto el apoyo de Google, el banco HSBC y el operador de cable Liberty Global. O3b -de "other 3 billion", "otros tres mil millones"- busca cubrir con su iniciativa a zonas de Asia, África, América Latina y Oriente Medio hasta ahora sin conexión.

Se trata de extensos territorios del planeta donde hasta ahora era casi una quimera disponer de acceso a Internet. Por un lado, por las dificultades muchas veces puramente geográficas para realizar un tendido de fibra óptica. Por otro, por la imposibilidad de comercializar con éxito un producto de tal calidad a precios asequibles para los habitantes de dichas regiones.

La solución, en el espacio

Si no puede ser por tierra
-el acceso a banda ancha en África es 20 veces más caro en África que en Estados Unidos por las dificultades para distribuir cable- ni por mar -los cables submarinos sólo se utilizan actualmente entre los países desarrollados-
será desde el espacio.
Así, el proyecto tirará adelante gracias al lanzamiento de una constelación de satélites. En concreto, de los denominados MEO ("Medium Earth Orbit" o satélites de órbita terrestre media). El primero de un total de 16 estará en el espacio a finales de 2010. Este tipo de satélites -situados a unos 8.000 kilómetros de altura- ofrecen múltiples ventajas respecto a los geoestacionarios -que orbitan a unos 36.000 kilómetros de distancia de la Tierra-.
Sobre todo, que la conexión es mejor y más rápida.

Por si fuera poco, además es más barata. Incluso teniendo en cuenta que son necesarios 16 satélites en lugar de uno. El motivo, que cuanto más baja es la altura a la que orbita el satélite, menor es la cobertura terrestre que puede ofrecer. Así, cuando un satélite desaparece tras el horizonte, otro le sustituye y mantiene la comunicación.

Precios asequibles

Los promotores de la iniciativa están convencidos de la bondad de sus intenciones. Y los números parecen darles la razón. Según el mismo Wyler, el sistema de satélites permitirá ofrecer cobertura de calidad a un precio ocho veces menor que el de un satélite geoestacionario. Según han anunciado, las velocidades que ofrecerán llegarán a 10 Gigabites por segundo.

Además, y teniendo en cuenta que se tratará de un servicio mayorista al que podrán acceder las operadoras locales para posteriormente revender los productos de banda ancha a los usuarios finales, Wyler cree que la iniciativa servirá para desarrollar el sector en las regiones beneficiadas. "Como proveedor de servicios de Internet o como pequeña empresa deberá invertirse quizás un par de miles de dólares para recibir conexión a Internet", afirma el empresario estadounidense. Para una empresa grande, "quizás 100.000 o 200.000 dólares, una quinta parte de lo que cuesta la conexión con fibra óptica".

Una inversión rentable

De lo que no hay ninguna duda es del potencial del proyecto, dotado con una inversión de unos 515 millones de euros -650 millones de dólares-. Tres mil millones de personas con acceso potencial a Internet y a servicios de voz no sólo será un buen negocio para las empresas del ramo de las telecomunicaciones.

Como remarca el mismo Wyler, "observaremos contenidos generados localmente, un e-learning extendido, telemedicina y muchas más posibilidades para el crecimiento social y económico". También, claro, audiencia potencial para multitud de empresas. Más clientes, y más ingresos.








Greg Wyler is the founder of O3b Networks, which aims to make the internet accessible and affordable for billions of people in emerging and developed markets - O3b stands for the 'other three billion'.

O3b will accomplish this by building a global internet backbone which connects the networks of developed countries with people who have limited access in Africa, Asia, Latin America and the Middle East.

A serial tech entrepreneur, Wyler previously pioneered the first commercial 3G mobile and fibre-to-the-home networks in Africa.
Google-backed UK startup O3b has lined $1.18 billion to fund its planned satellite backhaul network for developing countries worldwide.

It has raised $770 million in debt financing from HSBC, ING, CA-CIB and Dexia, and $440 million in investment from SES, Google, Liberty Global and private equity firms, the company announced Monday.

O3b will use the funds to launch eight medium earth orbit satellites in the Ka-band, which it says will offer low latency coverage to 70% of the world’s population.

The company takes its name from the “other 3 billion,” a reference to the number of people who lack internet access. Founded by tech entrepreneur Greg Wyler in 2008, it had aimed to go into service by the end of 2010, but was hit by the financial crisis.

CEO Mark Rigolle told the FT.com the company had lined up sales of between $500 and $600 million.

The first services will go live in the first half of 2013.



“I believe that O3b represents a major step change in the economics of connectivity for the developing world,” chairman John Dick said. “The amount of new funding and the quality of the investors reflects O3b Networks’ ability to balance important social goals while maintaining the required private sector returns.”

Thales Alenia Space has already begun building the satellites, which the BBC reports will be fitted with 12 moving antennas that will link to eight O3b ground stations.

O3b plans to launch a total of 20 satellites in the long term, the BBC said.

1 comment:

  1. Dispondrán pues de banda ancha y alta velocidad extensos territorios del planeta donde resultan –por motivos principalmente económicos pero en muchos casos también puramente geológicos, debido a las poco apropiadas condiciones del terreno– prácticamente imposibles los tendidos de cable, y donde debido a la falta de esta infraestructura muchos empresarios terminan por desechar sus ocasionales intentos de proporcionar conexión a enclaves concretos.

    Por ejemplo Greg Wyler, un empresario tecnológico estadounidense, fundador de O3b, quien intentó hace un par de años proveer de acceso a Internet a una región bastante pobre de África. Según se relata en un reciente artículo en el Financial Times, Mr. Wyler, tras reconstruir una torre de comunicaciones en la cima del monte Karisimbi (en Ruanda) y tender 450 Km de cable hacia escuelas y universidades, terminó por darse cuenta de que lo que faltaba era una más amplia red de comunicaciones a la que poder conectar todo eso, y de que la más cercana estaba a más de 5.000 millas de allí.

    ¿La solución? Satélites. El proyecto para ponerlos en marcha se materializó en cuanto Wyler consiguió llamar la atención de Liberty Global y Google sobre el asunto. Y es que teniendo en cuenta datos como el crecimiento del número de usuarios de móvil en África (que es del 60%), a ninguna compañía con visión de futuro pueden pasarle desaspercibidas las potencialidades que para el mercado de las telecomunicaciones tienen esta y otras regiones en vías de desarrollo.

    No parece descabellado que el primer paso que hayan considerado necesario estas compañías para incorporar al mercado global a dichas regiones sea el de conectarlas a la red. Y si no puede ser por tierra (debido a las dificultades anteriormente mencionadas, que se traducen por ejemplo en que actualmente el acceso a banda ancha en África sea 20 veces más caro que en EEUU) ni por mar (los cables submarinos sólo se utilizan actualmente entre los países desarrollados), se hará desde el espacio.

    Gracias a ello Wyller espera poder ofrecer cobertura de calidad a un precio ocho veces menor que un satélite geo-estacionario. Las velocidades que van a ser ofrecidas mediante este sistema a partir de finales de 2010 a regiones como África, América latina, Asia u Oriente Medio, llegarán a 10 Gbps. Según Google, estas altas velocidades serán necesarias para usar las aplicaciones web que por otro lado desarrolla sin cesar.
    La inversión en O3b iba en el 2008 por los 65 millones de dólares (entre todos los socios) y se calcula que para la conclusión del proyecto ascenderá a 650 millones. Google es optimista con respecto al mismo, y es que entre aplicaciones y satélites incrementarán sus ya de por sí masivas audiencias y por lo tanto sus ingresos en publicidad. De momento, sea así o no, bienvenido sea el proyecto y los 3.000 millones de personas que próximamente podrán incorporarse a Internet.

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JOSE MARTI:

"A servir modestamente a los hombres me preparo; a andar, con el libro al hombro, por los caminos de la vida nueva; a auxiliar, como soldado humilde, todo brioso y honrado propósito: y a morir de la mano de la libertad, pobre y fieramente."

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